La histeria corre entre mis venas;
El corazón sufre en lo profundo;
Noches enteras quedando en vela;
Y expresando sentires de un ser iracundo.
Un desamor nace con violencia;
Despectivo dolor que me enterraste;
Pasan días insípidos por tu preciada ausencia.
Pregunta del millón: ¿Para qué me enamoraste?
Te has vuelto mi obsesión;
No puedo dejar de amarte;
Aún cuando terminó esta pasión;
Los recuerdos evitan olvidarte.
¿Para qué me enamoraste si al final me quieres como amigo?
¿Por qué hiciste tal desilusión dramática?
Susurra una voz que dicta: -Nada tiene sentido-.
Esta pasión fue tan compleja como las matemáticas.
Muere la inspiración consumida por el dolor;
Muere aquella lucha que se hacía por ella;
Muere un augurio incierto de lo mejor;
Y nace la tortura de la soledad que, para nada es bella.
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