El país se desmorona;
La clase parasitaria saquea a manos llenas;
La violencia ahuyenta a la llorona;
Y el pueblo sigue en la lela.
Magia negra, dinero lleno de sangre;
Los sacrificios humanos son el reino de la impunidad y del silencio;
Vuestros deseos se vuelven punzocortantes;
El diablo sigue suelto, vive en nuestros ocios.
Canibalismo puro, supervivencia de materialismo;
La pelea erra contra nosotros mismos, no contra ellos;
Esta nación subsiste de la gracia, de la tragedia; ramas del surrealismo;
El pesimismo y la mediocridad nublan nuestros destellos.
Nuestra forma de vida es deplorable;
Nuestra felicidad se enfoca en cosas simples;
Los deseos persiguen la propaganda publicitaria; el consumismo desenfrenado;
Somos cómplices y víctimas de este capitalismo despiadado.
Seguís creyendo que sois pobres;
Olvidáis la vida espiritual; la verdadera riqueza.
Los diabólicos se escudan entre trajes de nobles;
Las instituciones, las empresas y las religiones se cimentan de su propia vileza.
¿Dónde está la humanidad?
¿Dónde está mi país?
¿Dónde está vuestra sensibilidad?
¿Dónde están aquellos guardianes de la vida y de la integridad física?
Despierten de su letargo, de su pesadilla híbrida de sueño;
Siéntanse libres de su propio destino y compartan la conciencia;
Aren su felicidad que plasmen su ensueño;
Dejéis de ser esclavos y sean amxs y señorxs de su existencia.
La clase parasitaria saquea a manos llenas;
La violencia ahuyenta a la llorona;
Y el pueblo sigue en la lela.
Magia negra, dinero lleno de sangre;
Los sacrificios humanos son el reino de la impunidad y del silencio;
Vuestros deseos se vuelven punzocortantes;
El diablo sigue suelto, vive en nuestros ocios.
Canibalismo puro, supervivencia de materialismo;
La pelea erra contra nosotros mismos, no contra ellos;
Esta nación subsiste de la gracia, de la tragedia; ramas del surrealismo;
El pesimismo y la mediocridad nublan nuestros destellos.
Nuestra forma de vida es deplorable;
Nuestra felicidad se enfoca en cosas simples;
Los deseos persiguen la propaganda publicitaria; el consumismo desenfrenado;
Somos cómplices y víctimas de este capitalismo despiadado.
Seguís creyendo que sois pobres;
Olvidáis la vida espiritual; la verdadera riqueza.
Los diabólicos se escudan entre trajes de nobles;
Las instituciones, las empresas y las religiones se cimentan de su propia vileza.
¿Dónde está la humanidad?
¿Dónde está mi país?
¿Dónde está vuestra sensibilidad?
¿Dónde están aquellos guardianes de la vida y de la integridad física?
Despierten de su letargo, de su pesadilla híbrida de sueño;
Siéntanse libres de su propio destino y compartan la conciencia;
Aren su felicidad que plasmen su ensueño;
Dejéis de ser esclavos y sean amxs y señorxs de su existencia.