domingo, 23 de agosto de 2015

Sobre los baños de los hombres

Todos concluirán que los baños de los hombres siempre son los más sucios. Pero uno se pregunta: ¿Por qué la suciedad en el baño de los hombres? ¿Por qué seguir con esa práctica arcaica de la suciedad casi infrahumana?

Bueno... Al charlar con muchos hombres, ellos argumentan "¿Para qué quieres un baño limpio? Eso es de nenas". He llegado a la conclusión de que ese machismo errado, aparte de la suciedad que se les fomenta a la gente (principalmente a la gente de clase baja) es característica de que vivimos en una marginación y en un mundo en el que todavía sigue habiendo ese clasismo a estas alturas del Siglo XXI. No es posible que sigamos teniendo los mismos baños nefastos y todo por la flojera de hacer bien las cosas.

Tan simple el tema y tan simple la conclusión que por eso terminaré este tema tan desagradable y tan amargo como los años sin ser campeón el Atlas de Guadalajara.  Mejor me dedicaré a hacer muchas cosas. ¡Hasta pronto!

Poema de una pesadilla arborescente

Es muy probable que nunca vaya a Rusia;
Es muy probable que nunca conozca a mi amada;
Es muy probable que el mundo muera de asfixia;
Y es muy probable que la meta sea truncada.

Sueños arborescentes que padecen sequía;
La tierra que vive entre la incertidumbre;
El presente es un infierno como la melancolía;
Y la muerte sería una victoria, como de costumbre.

Duele saberlo, nunca tuve éxito;
La desesperanza me consume;
Aún teniendo un meticuloso léxico;
Los fracasos me carcomen.

Mis sueños se van al vacío;
Mis pesadillas son un calvario existencialista;
Adversidades que se desbordan como ríos;
Y esta crisis se agudiza.

Soluciones que llegan después de la tragedia;
Canciones que lastiman esta esencia;
Mi inspiración se vuelve desértica;
Y la caótica mátrix me somete a esta pesadilla.

Vaivenes de sueños que se fueron;
No volverán: Dijo la realidad;
Nunca creí el mensaje carroñero;
Desde que existo, el destino me condena a la infelicidad.

Mi misión es ser luz del entorno;
Mi defecto: Carecer de lo que quiero;
La triste crueldad disléxica que me otorga el universo;
Ya no puedo creer en mis pensamientos, ni en mis sentimientos.