¡Hola! ¿Qué tal? Espero que bien... Bueno, he querido hacer tres temas de muy enorme relevancia, pero con tantas solicitudes de empleo que hago y con la búsqueda de empleo que estoy teniendo, pues... No he tenido tiempo a veces ni para descansar y ni dinero para pasear por la ciudad, o conocer más lugares. ¡Vamos! Ni siquiera para aprender a tocar guitarra, por eso, dedico este poema. ¡Hasta pronto!
Ella me extrañaba;
Deseaba que la tocara con tanta pasión;
Quería que aprendiera cada mañana;
La he cambiado por una equívoca obsesión.
Sobrevivir, en este país tan violento, sin anhelo alguno;
Busco empleo y una gran atracción;
Subsisto en un lugar cancerígeno;
Libros y poemas, olvidados por esta aflicción.
La dejé sola, completamente sola;
Arrumbada, como un recuerdo más;
Ella siente esta ilusión rota;
Aquella que prometía dejar toda aflicción atrás.
¿Ella podrá perdonarme algún día?
¡Qué irresponsable soy!
Ni siquiera puedo tocar alguna melodía;
Y desprecié el valor de un noi.
¡Pobre de mi guitarra!;
¡La he abandonado!;
El desempleo y la pasión no correspondida carcomen mi alma;
El estatus social ya es de un marginado.
¡Pobre! Pero... La vida sigue;
Lo que cuesta es en vano;
Aún cuando este sueño se disfruta, se vive;
¿De qué sirve si esto no tiene sentido, es efímero?