¡Hola! ¿Qué tal? Bueno... Ahora hablaré con total egolatría sobre un orgullo, del cual, es una de las razones por las que no compagino con la gran mayoría de las personas, sino que patéticamente resulto ser odiado por ellas mismas.
Me siento orgulloso de ser licántropo, así es... Es lo único que puedo decir.
Me siento orgulloso de tener un alma de lobo, a pesar de tener un físico humano. A pesar de no detestarme con la forma humana que tengo, me amo como la esencia licántropa que tengo.
Me siento orgulloso de ser alguien a quien estúpidamente odian;
Al que atacan sin siquiera conocer un gramo de mí y al que abandonan a su suerte;
Me siento orgulloso de tener virtudes que la gran mayoría de la humanidad, o la mayoría de las especies no la tienen;
Me siento orgulloso de ser leal, fiel, amable, noble, luchador, frío, amoroso, responsable, respetuoso, sincero, directo, educado, quien trabaja en equipo y tiene dones de libertad y liderazgo; solitario, que sabe estar por encima de las adversidades, solidario, fuerte en la soledad, que tiene dignidad, astuto, audaz, precavido, calculador, etc.
Pero también me siento orgulloso de tener grandes defectos, nadie es perfecto.
Me siento orgulloso de ser inestable, de ser agresivo e impulsivo, de ser celoso, elitista, desesperante, desafiante, despiadado, dominante en ocasiones, sumiso en otras, frío, callado, tímido, inseguro, impaciente, misterioso, hiperactivo, que es orgulloso, otros defectos más.
Es una pena que no resulte ser atractivo por ser distinto, por tener un cuerpo humano poco atractivo o porque el colectivo está lleno de esclavos, changos, leones y leonas, ratones, conejos, aves, etc.
Es una pena que lo que más me atrae o lo que más amo me aprecien de lejitos o me quieran como amigo, en vez de verme como un hombre ideal para sus vidas.
Es una pena que me ataquen sólo por una supervivencia estúpida, absurda, burda, que favorecen al reinado de los potentados.
Sinceramente, es una pena que muchos decidieron irse para ya no volver.
Es una pena, pero estoy orgulloso de todo lo que me ofrece la vida.
Estoy orgulloso de ser auténtico, loco, aguerrido, digno, alguien especial en sus vidas para muy pocas personas.
Me siento de orgulloso de ser yo, tal cual soy, aún cuando el resto crea un apartheid mental sobre mí.
¿Alguien quiere entenderme? Necesitan estudiar a un lobo, tanto en manada, como en su soledad para que puedan ver cómo soy.
¿Alguien quiere aceptarme? Si quieren hacerlo, ¡Háganlo ya! Pero que sea porque su alma, su corazón, el llamado sea porque se los reclama. Déjense de pavadas sobre sus accidentes emocionales y/o mentales o lo que haya hecho en tiempos de cuando mi alma era sólo un cachorro.
¡Háblenme sin miedo! Lo que más amo lo defiendo como si fuese la hermandad espiritual que une a la manada que he elegido.
Que me teman por lo que soy en los defectos es tan sólo una forma de evadir el conocimiento de lo que realmente soy.
Es todo lo que les escribo. ¡Saludos! ¡Y escribiré después sobre otro tema!