Depresión. Oh! ¡Maldita depresión!
Destruyes las ilusiones de muchos,
Hundes en la desesperanza enfermiza de la pasión;
Matas existencialmente a seres que sufren por lo absurdo.
Depresión, ¡Puta depresión!
Asesinas el esfuerzo de su talento;
Desprecias la vida sin compasión;
Fomentas el olvido que consume a fuego lento.
Bastarda depresión que ahuyenta la alegría,
Impide mostrar la tortura de seres que mueren por disfrutar el momento;
Un desinterés total que otorga melancolía;
Y el vacío cubre la infelicidad que va al acecho.
Malaventuradx aquellx que sufre esta condición;
Que vive sin mirar los horizontes que otorgan las oportunidades;
Que opaca la nitidez de su imaginación;
Y muere por la negligencia de no enfrentar las dificultades.
La depresión asfixia a los débiles;
No da tregua al estatus social;
Acarrea el sentir de los mártires;
Y el problema trasciende hasta en lo cultural.
¡Oh! ¿Cuántos suicidios, homicidios y pobreza no hay por este padecimiento?
¿Por qué permitir que esto siga ocurriendo?
El ego tiene que aceptar la conciencia que genera el sentimiento;
Que estos pacientes sean libres de este sufrimiento.
No hay mayor agonía existencial que estar conviviendo en la depresión;
Engañarse cruelmente por el mátrix de las ilusiones;
Melancolía, dueña de esta posesión;
Destruye el templo de sí mismo por estas malas decisiones.
La depresión se refugia en el suicidio;
La frustración embarga al pensamiento racional;
La responsable de cometer actos de homicidio;
El daño espiritual lo contamina hacia lo material.
¡Oh! ¡Maldita depresión y sus responsables!
Destruye la vida de quienes hacen la diferencia;
El entorno siempre resulta ser el culpable;
De la raíz bastarda que se llama negligencia.
No hay quienes luchen por su silencio;
No hay quienes alienten sus problemas;
Su muerte será la indiferencia que pagará a muy alto precio;
Los soberbios fundamentalistas del individualismo siguen ignorando este tema.
Nadie nace con este padecimiento, el entorno los transmite;
Nadie se hereda con diversos males, los antecedentes los educa;
¡Oh Psicología! ¡Ayuda a terminar a por todas esta depresión!;
Asesina a mis amigos y a desconocidos;
Son víctimas de esta asquerosa opresión;
Y son victimarios por radicar en el corazón herido.
La depresión es la radicalidad de la tristeza;
La gente practica sus hechos con insensibilidad:
Las emociones fuertes tienen pereza;
Terminemos este mal que genera infelicidad.
Acabemos con la apatía al sufrimiento ajeno,
Practiquemos el valor de la solidaridad;
Suprimamos estos dogmas altaneros,
De las costumbres despiadadas que destruyen nuestra hermandad.
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